Probablemente el museo de ciencias más rentable del mundo a punto de cerrar sus puertas
El MUDIC es el Museo Didáctico Interactivo de Ciencias de la Vega Baja, que está sito en Orihuela, en unos edificios pertenecientes a la Universidad Miguel Hernández, en el campus de Desamparados.
En estos momentos, por un tema de asignación presupuestaria, el dinero no está llegando a la fundación que la gestiona, y los monitores no pueden trabajar sin recibir su salario mensual. El museo ha llegado a una situación insostenible y se debe poner remedio inmediatamente.
Los museos de ciencias nacieron en el siglo XIX como meros expositores de especies exóticas en colecciones privadas a las que tenían acceso únicamente las clases privilegiadas.
Los primeros museos de ciencias abiertos al público, no en vano, nacen en paralelo a la democratización de la sociedad para difundir el conocimiento científico entre la población. Espíritu con el que nació el Smithsonian en los años 30 del siglo XIX.
En una segunda generación, pasaron a enseñar conocimientos científicos, es decir, principios y fenómenos que trascienden el tiempo y el contexto, más que mostrar objetos. Además, conscientes de que enseñar ciencia no es sólo enseñar su contenido, sino también su metodología, se pasó a abrir “salas de descubrimiento” donde la interacción es fundamental. Con esta concepción didáctica se creó en 1969 el Exploratorium de San Francisco, actualmente con 50 millones de dólares de presupuesto y 1’1 millones de visitantes, es decir, unos 45 dólares por visitante.
Los museos de ciencias actuales van progresivamente evolucionando hacia los museos de tercera generación, donde además de los fenómenos científicos se presentan también los fenómenos sociocientíficos contemporáneos. Los fenómenos naturales de relevancia social, económica, cultural o ambiental. Pongamos como ejemplo el cambio climático o la producción de energía limpia. Una alfabetización científica necesaria, en contextos no formales.
Estos museos son además el germen de las vocaciones científicas, pilar fundamental de la innovación tecnológica y el desarrollo de un país. Actualmente hay unos 1500 museos de ciencias en todo el mundo. 280 en Europa y unos 24 en España.
Con este espíritu nace El MUDIC, que abrió sus puertas en 2008. Vino a su inauguración el astrofísico y premio nobel de física, además de actor esporádico en la serie Big Bang Theory, George Smoot. Está gestionado por la Fundación MUDIC-VBS-CV, integrada por el Ayuntamiento de Orihuela, la Universidad Miguel Hernández y la Asociación de profesores de ciencias “Hypatia de Alejandría”. Es un maravilloso ejemplo de iniciativa emprendedora realizada desinteresadamente por profesorado con una gran vocación.
Cuenta con salas de exposiciones interactivas, talleres y jardín científico. Ocho mil visitas gratuitas al año, procedentes de los centros educativos de alrededor; previa cita, de lunes a viernes por la mañana, más jornadas de puertas abiertas los últimos sábados de cada mes. Las visitas son guiadas por siete monitores contratados a tiempo parcial, y los módulos son preparados y ofrecidos por profesorado de secundaria que recibe, como pago único, la satisfacción del trabajo acabado y las muestras de fraternidad de toda la comunidad.
El museo, además, ya está dando sus frutos científicos, como las tesis doctorales en didáctica de las ciencias ahora en marcha y la participación en congresos científicos.
Este museo es un centro dinámico y dinamizador de la vida de la Vega Baja y de la provincia de Alicante, con la preparación de la primavera científica y el otoño científico todos los años, las observaciones astronómicas mensuales, la incorporación de módulos nuevos como el planetario y la sala de la luz, el telescopio solar. El certamen de ciencias de la Vega Baja, de carácter bianual y la visita de personalidades relevantes de la ciencia como la reciente de la biotecnóloga Margarita Salas.
Actualmente con tan sólo un presupuesto anual de 38.000 € y 8000 visitas al año, menos de cinco euros por visitante. Compárese con el Parque de las Ciencias de Granada con un presupuesto de 7.188.000 € y 657.000 visitas al año, unos once euros por visitante.
Incomprensiblemente, toda esta producción divulgadora, cultural y social se ha llevado a cabo con el reducido presupuesto mencionado, algunas veces apoyado por otras subvenciones públicas, como la FECYT, o privadas, pero aún así escasas para la envergadura e impacto de este proyecto.
Si comparamos el presupuesto de este museo con aquellos de los museos anteriormente nombrados, y valoramos su impacto e implicación social, comprenderemos por qué creemos que este museo de ciencias es el más rentable del mundo. Es tan escaso el presupuesto que necesita esta institución para funcionar, comparado con las subvenciones a festejos o eventos deportivos, que es inimaginable que no alcance a conseguir la financiación necesaria.
Pensamos que esta situación lastimosa debe acabar ya. No solamente debe llegar a la fundación del museo el presupuesto ya comprometido, sino que otras instituciones públicas y privadas deben dar su apoyo económico para que este proyecto sobreviva y crezca, de modo que ponga a nuestra gente, nuestra cultura y nuestra ciencia en el lugar que se merece.
Compromís por Orihuela