La Sindicatura de Greuges ha remitido a la Conselleria de Sanidad un escrito ante la ausencia de contestación, en los 30 días preceptivos, a la resolución del ente estatutario para que incluyera a las mujeres lesbianas y solteras en los tratamientos públicos de reproducción asistida.
En este escrito la Síndica Emilia Caballero, señala que como la Conselleria de Sanidad no ha contestado, siguiendo la normativa al respecto, le vuelve a formular el requerimiento y le da un nuevo plazo de 15 días para remitir a esta institución un informe en el que comunique si acepta o no la resolución de la Sindicatura sobre los tratamientos públicos de reproducción asistida.
Caballero advierte a Sanidad que «si transcurre el plazo indicado y no hemos recibido su preceptivo informe, tendremos que dar cuenta de su actitud en la sección correspondiente del próximo informe anual que se presente en las Cortes Valencianas«.
El origen de esta resolución de la Sindicatura de Greuges es una queja presentada por el diputado de Compromís, Fran Ferri, a finales de 2013 por la exclusión de las mujeres lesbianas, bisexuales y solteras de los tratamientos de reproducción asistida financiados por la sanidad pública.
El diputado de Compromís denunciaba que esta exclusión vulnera de forma clara los preceptos recogidos en la Constitución y en el Estatuto, que hacen referencia a la dignidad de las personas ya la igualdad ante la ley sin discriminación por la orientación sexual o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
La Síndica de Greuges, Emilia Caballero formuló el pasado mes de marzo una resolución en referencia a esta queja con la que instaba a Sanidad a «que, de conformidad con la normativa vigente, garantice a las mujeres su derecho a las técnicas de reproducción asistida, independientemente de su estado civil y su orientación sexual, así como que interprete este derecho de manera global, atendiendo en primer término al principio de igualdad constitucionalmente reconocido«.
Para Ferri «es una falta de respeto a las mujeres que quieren ser madres que el Consejero de Sanidad, Manuel Llombart, no se digne a contestar el requerimiento de la Sindicatura de Greuges. El PP intenta imponer a toda la sociedad un único modelo de familia utilizando todos los instrumentos a su alcance para conseguirlo. En este caso atacan el deseo de miles de mujeres de ser madres, por el mero hecho de no estar en una relación con un hombre. Esta decisión sólo se puede calificar de homófoba y retrógrada«.