El ecologismo como actividad política

De forma simplificada, cuando hablamos de posicionamiento político, solemos situarnos en un eje izquierda-derecha, pasando por un supuesto lugar llamado centro. Si miramos con más detalle, veremos que cada una de estas palabras puede ser a su vez dividida en posiciones ideológicas más concretas con nombre propio, como por ejemplo, liberalismo, conservadurismo, fascismo, socialdemocracia, marxismo-leninismo, maoísmo, anarquismo y un largo etcétera, con sus sucesivas subdivisiones, diferencias y similitudes. Términos todos en constante discusión y evolución. Algo parecido ocurre con la ideología que llamamos ecologismo.

Una persona puede acercarse al ecologismo desde múltiples enfoques. Veamos algunos.

Ambientalismo, conservacionismo o política verde. Es el mínimo que cualquier partido del abanico actual mantiene en su programa electoral. La conservación y recuperación del mundo natural y las medidas para luchar contra la contaminación. El medio ambiente reducido a islas, como los parques naturales, y la naturaleza al servicio del bienestar y del progreso económico. Se tiende a economizar la naturaleza, de modo que una actividad económica determinada puede ser penalizada. Quien contamina paga, tasas medioambientales, mercado de las emisiones de CO2, impuestos por aprovechamiento cinegético, etc.  El ecologismo entendido como el cuidado de nuestro jardín.

Ecología Política. Tiene como punto de partida el informe del Club de Roma en 1972, titulado “Los límites del crecimiento”. Es un informe que se elaboró a partir de un estudio realizado por el Technological Institut of Massachussets, a cargo del profesor Dennis L. Meadows y su equipo. Este informe, basado en recogidas de datos sobre crecimiento demográfico y uso de recursos, y simulaciones mediante Análisis de Sistemas, predijo un grave deterioro de la capacidad de sustento de la tierra a partir del año 2000, con graves consecuencias para la supervivencia de la especie humana hacia finales del siglo XXI. Informe que ha sido revisado recientemente. Aparece aquí por primera vez el concepto de crecimiento sostenible que nos acompañará desde entonces. Desde una de las universidades más prestigiosas del mundo se nos advierte de un riesgo real, que los distintos informes a lo largo de los últimos cuarenta años han ido confirmando, pero que desde el campo político no se ha tomado suficientemente en serio. Otros científicos de prestigio han ido apoyando esta tesis desde distintos campos. El profesor Jared Diamond, biólogo, de la Universidad California-Los Ángeles, autor del libro Collapse. El profesor Kjell Aleklett, geólogo, de la universidad de Uppsala sobre el pico de petróleo, o el profesor Jonnathan Foley, ingeniero agrónomo, en cuyas charlas tituladas “the Other Inconvenient Truth” rescata el neo-maltusianismo y nos advierte de los riesgos de una crisis alimentaria a medio plazo. El ecologismo entendido como el cuidado del huerto que nos alimenta.

Ecosocialismo.  Es la unión del socialismo y el ecologismo. Defiende la justicia social y se opone a la economía neoclásica, de la que hablaremos en otro post. Los movimientos antiglobalización, la soberanía alimentaria, el ambientalismo de los pobres. La lucha contra el Capitalismo depredador del medio ambiente, y la relación de éste con la justicia social.

Ecología Profunda. También llamada Ecología Fundamentalista. La humanidad es parte de la naturaleza, considera que los seres vivos deben tener también derechos. Propone cambios para que haya una convivencia armónica, de modo que los derechos del ser humano sobre la naturaleza deben estar limitados. El animalismo, la defensa de los derechos de los animales, entraría en esta opción. Apoya también la diversidad cultural.  El ecologismo entendido como moral.

Espiritualismo ecológico. Como por ejemplo el New Age. Las religiones orientales son de carácter panteísta, es decir, Dios es todo, la naturaleza es sagrada. Muchas religiones y creencias modernas occidentales se acercan a estas filosofías orientales. El ecologismo como espiritualidad.

Ecoanarquismo o ecologismo anarquista. Inspirado en Herni David Thoreau, anarquista individualista que rechazaba la industrialización y abogaba por una vida sencilla integrada en la naturaleza, aunque también en Piotr Kropotkin y Reclus, que defendían la armonía con la naturaleza. El anarquismo ha rechazado siempre la jerarquía. Tiene también muchas variantes, veamos algunas.

  • Ecología Social. Promovida por el neoyorkino Murray Bookchin. El deterioro de la naturaleza como consecuencia de la jerarquía dominadora. Este autor era conocido por defender los avances tecnológicos como solución. Un claro ejemplo de que los movimientos ecologistas no se oponen al uso de la tecnología.
  • Ecofeminismo libertario. Rechaza el patriarcado, el capitalismo, la militarización, la centralización. Búsqueda de tecnologías respetuosas con el medio ambiente y democracia interna.
  • Anarquismo primitivista. Esta ideología no está presente en los movimientos ecologistas de ámbito europeo. Predican volver a la vida no civilizada, aunque en la práctica, se dedican a escribir libros y apoyar económicamente comunidades que actualmente viven como cazadores recolectores. Es conocido como activista John Zerzan sobre el que se basa el conocido film “Surplus, terrorized into being consumers”, que se puede encontrar libremente en internet. Tanto este movimiento como el ecologismo radical no tienen relevancia en nuestro ámbito territorial.

Digamos que hasta aquí, hemos expuesto los ecologismos razonados, los intelectuales. De quien se documenta para fundamentar su posicionamiento, aunque no todo el mundo se acerca a una ideología de esta manera. Hay gente que lo hace motivada por la solución de un problema ambiental local, o un problema global concreto, con un enfoque práctico.

Existe también una actitud romántica y estética hacia el ecologismo. La reina María Antonieta, influenciada por Rousseau, se hizo construir un pintoresco pueblecito cerca del palacio de Versalles, y se instaló en una cabaña, vivía con la ilusión de ser una campesina interina en contacto con la naturaleza. Ocurre igualmente hoy en día, y se extiende con fuerza entre la población acomodada con un estilo de vida urbano alejado de la naturaleza. Influenciada por la producción cultural, como los documentales de naturaleza, de arqueología, el cine histórico, de aventuras o de ciencia ficción, las ferias medievales o ecológicas, los productos alternativos etc.

Cualquier razón es válida para acercarse al activismo verde, y puede que la persona que se integre en un movimiento verde desde un determinado enfoque, no comparta el enfoque desde el que lo abordan los demás, pero eso es precisamente garantía de que es un movimiento abierto, flexible y plural.

De lo que no hay duda es de que es un campo lo suficientemente importante como para llamar tu atención, solicitar tu compromiso y tu participación.