Seguramente a nadie de los que estén leyendo estas líneas les resultará desconocida la palabra cáncer, una enfermedad que afecta cada vez a más personas, que se ha introducido de manera implacable en nuestras vidas y contra la que están luchando miles de personas en España en  estos momentos.

Aproximadamente, cada año se diagnostican 215.000 nuevos casos de cáncer en España y su incidencia va en aumento, ya que se prevé que en el año 2020 serán un total de 246.713 los nuevos casos que se diagnostiquen, tanto por el progresivo envejecimiento de la población cómo por la mejora en el diagnóstico. Actualmente, el 60% de los tumores malignos graves se curan.

Según estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), uno de cada tres españoles tendrá cáncer a lo largo de su vida.

Estas cifras ponen de manifiesto la magnitud y el alcance de la enfermedad, aunque los números simplemente nos confirman aquello de lo que la sociedad ya es consciente, y cada vez más lo es más.

El cáncer varía en función de la edad y de la zona afectada, en mujeres el más frecuente es el de mama y en varones el de próstata,  siendo el más frecuente en la población en España en 2012  el de colon según la SEOM, y su mayor o menor mortalidad también está influenciada por la zona en la que vivimos y la inversión en Sanidad, entre otros factores. De hecho, un estudio publicado recientemente en The Lancet apunta que los recortes en Sanidad y el paro están relacionados con la mortalidad por cáncer.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, resulta más que evidente la necesidad de invertir en I+D+i, en investigación sanitaria, y en este caso  investigar en cáncer ¿verdad?… Pues hay algunos que no lo tienen tan claro.  Según la Fundación Cris Contra el Cáncer en España se invierten menos de seis euros por persona en investigación sanitaria, de los cuales  sólo un euro se destina a investigar el cáncer, pese a ser una enfermedad que golpea y con fuerza.

Es más, cómo consecuencia de  los recortes en I+D+i del Gobierno de España muchos proyectos se han visto condicionados e incluso se han tenido que parar. Datos del Consejo Económico y Social estiman que los científicos se enfrentan a un recorte real de gasto de hasta el 60,5% entre 2009 y 2013.

Evidentemente, ante este panorama es inevitable que muchos investigadores decidan marcharse fuera, dónde puedan desarrollar su potencial y sus líneas de investigación. La fuga de cerebros suma y sigue, siendo del 10% en cuatro años.

Destacar, que muchos proyectos continúan adelante gracias al altruismo de la gente, así como por el apoyo de fundaciones y asociaciones que ayudan a financiarlos, supliendo el déficit de financiación pública.

Imposible no mencionar a José Francisco Martínez Mojica, microbiólogo ilicitano, al que la comunidad científica internacional postula como candidato al Premio Nobel y cuyo descubrimiento, el Sistema CRISPR, es considerado por la revista Science el Avance Científico de 2015.  Se trata de un hallazgo que podría abrir una puerta enorme en la lucha contra el cáncer y en el tratamiento de otras enfermedades, como las enfermedades neurodegenerativas.

Pese al alcance del estudio, no obtuvo financiación por parte del Ministerio para profundizar en este tema, ya que entre 2008-2011 no consiguió dinero de fondos públicos.

Ahora por la patente de CRISPR compiten dos equipos, uno formado por Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier, que en 2012 dieron el paso para convertir el descubrimiento en una herramienta molecular útil, y otro equipo estadounidense. Ambos han hecho aportaciones al estudio.

Sobre todo ello, los intereses económicos son enormes. Y cómo estamos acostumbrados, la inversión en el descubrimiento y la profundización en él  no se lleva a cabo aquí, dónde nació, y el reconocimiento hacia “el padre” del mismo, no es todo el que debería ser.

Decir que la inversión en I+D+i no es un tema baladí, que es necesario apostar por la investigación a largo plazo, al igual que  dar valor al capital humano que investiga día tras día. No es algo que sólo se deba recordar en época de elecciones o que se mencione por queda bien, sino por lo que se debe apostar de verdad.

Para finalizar, dar mucha fuerza a todas aquellas personas que luchan contra el cáncer y a sus familias. Esperamos que pronto  los avances y la investigación  permitan que cada vez sea más la gente  que consigue vencer la enfermedad.

Compromís por Orihuela